Tapizar es una modalidad de
bricolaje muy provechosa. Con frecuencia, una silla conserva el armazón
robusto y podría continuar prestando servicios muchos años, pero se ha
convertido en un feo estorbo por su asiento ajado y pasado de moda. Ignorando
que renovar el tapizado está a nuestro alcance, solemos desterrar el mueble al
desván.
Por ello, supone un valioso
aprendizaje convertir sillas, butacas y sillones antiguos en elementos modernos
y elegantes, sólo con cambiar la tela, poner un relleno y hacer un sencillo
trabajo de carpintería, consistente en lijar y pintar.
Aquí
vemos la silla antes de empezar el trabajo. En este caso, el asiento tenía muelles,
que al haberse oxidado no hacían su trabajo correctamente. Por ello,
se retiran y se ponen en su lugar cinchas de nylon.
“Para
colocar las cinchas se calculan las tiras cruzadas que nos puedan
entrar (cuantas más mejor) y doblamos un centímetro para grapar encima;
estiramos todo lo posible y grapamos de nuevo, doblamos otro centímetro y
volvemos a grapar”.
Cuando
nos ponemos a cambiar el tapizado de un asiento, lo más común es que
nos encontremos con que este está compuesto de un sistema de cinchas. Ante
eso, seguramente nos veamos obligados a cambiarlas, pues puede que, con el
tiempo, se hayan dado de sí o estén desgastadas. Por ello, vamos a ver algunas claves para
hacer este trabajo:
1 Las cinchas se fijan al asiento (cuya estructura
debe ser fuerte y estar en buen estado) a partir de una grapadora para
tapizado.
2 A la
hora de poner las cinchas, primero debemos grapar uno de los lados y,
después, tensarla bien para grapar el otro extremo. No graparemos pegado al
extremo de la cincha, sino que dejaremos un poco de borde para evitar que se
deshilache. Este borde (de alrededor de un centímetro) lo doblaremos y lo
volveremos a grapar. Por otro lado, si las cinchas son de caucho, no es
necesario dejar el borde. Los profesionales utilizan un tensor de
cinchas para hacer mejor y más fácil este paso.
3 Para
crear una base resistente, deberemos entrecruzar las cinchas. Primero
ponemos las cinchas de un lado, y después iremos cruzando las del lado
contrario, entrelazándolas.
4 Encima de las cinchas, antes de poner la espuma,
debemos colocar una tela de arpillería,que graparemos alrededor de la
estructura, para proteger la espuma.
Se recomienda
hacer un patrón con papel de la
zona a tapizar, para facilitar después el corte de la gomaespuma.
Se
coloca dos capas de gomaespuma de diferente grosor, la más fina debajo. “Si no se pone esta otra esponja, el
asiento quedaría recto, pero
para que quede un poco ovalada se le pone debajo otra más pequeña”.
“Medimos
con las dos esponjas hasta la zona donde tenemos que grapar, y añadimos
unos centímetros para el dobladillo. Cortamos la tela lo más centrada posible si tiene dibujo. Lo ideal es
tapizar primero con
tela
blanca de sábana, pero como la tela disponible es gruesa se le pone directamente”.
“Colocamos
el dibujo bien centrado y damos una grapa, con la
tela muy tirante, en la mitad de cada lado. Damos la vuelta a
la silla, y seguimos grapando a cada lado de la primera grapa,
tirando para que la tela no quede con ‘bollos’, desde
el centro hasta las
patas”.
Una
vez bien colocada la tela en las esquinas, se oculta las cinchas con tela
de saco. Después de enderezar la silla, hace un pequeño corte
radial en el
borde de la tela, donde coincide con la madera del respaldo. “Y al doblar la
tela hacia dentro, quedará adaptada a la forma de la silla”.
La tela restante se dobla tal como vemos en
la foto, de manera que podamos fijarla con una tachuela de tapicero.
La
tarea está casi acabada. Ahora
pasamos a la parte delantera, donde también cortamos la tela con cuidado,
dejando siempre dos centímetros de más para graparla cómodamente.
Remataremos
el trabajo cubriendo la parte inferior con una tela lisa
y sencilla. Para hacerlo, se recomienda nuevamente
la grapadora, compañera inseparable
de los tapiceros.
Y este es el resultado final.
Vía: Bricolaje.facilisimo