Cómo tapizar una silla paso a paso II




Tapizar es una modalidad de bricolaje muy provechosa. Con frecuencia, una silla  conserva el armazón robusto y podría continuar prestando servicios muchos años, pero se ha convertido en un feo estorbo por su asiento ajado y pasado de moda. Ignorando que renovar el tapizado está a nuestro alcance, solemos desterrar el mueble al desván. 

Por ello, supone un valioso aprendizaje convertir sillas, butacas y sillones antiguos en elementos modernos y elegantes, sólo con cambiar la tela, poner un relleno y hacer un sencillo trabajo de carpintería, consistente en lijar y pintar.  

Aquí vemos la silla antes de empezar el trabajo. En este caso, el asiento tenía muelles, que al haberse oxidado no hacían su trabajo correctamente. Por ello, se retiran y se ponen en su lugar cinchas de nylon.
“Para colocar las cinchas se calculan las tiras cruzadas que nos puedan entrar (cuantas más mejor) y doblamos un centímetro para grapar encima; estiramos todo lo posible y grapamos de nuevo, doblamos otro centímetro y volvemos a grapar”. 

Cuando nos ponemos a cambiar el tapizado de un asiento, lo más común es que nos encontremos con que este está compuesto de un sistema de cinchas. Ante eso, seguramente nos veamos obligados a cambiarlas, pues puede que, con el tiempo, se hayan dado de sí o estén desgastadas. Por ello, vamos a ver algunas claves para hacer este trabajo:

1 Las cinchas se fijan al asiento (cuya estructura debe ser fuerte y estar en buen estado) a partir de una grapadora para tapizado.

2 A la hora de poner las cinchas, primero debemos grapar uno de los lados y, después, tensarla bien para grapar el otro extremo. No graparemos pegado al extremo de la cincha, sino que dejaremos un poco de borde para evitar que se deshilache. Este borde (de alrededor de un centímetro) lo doblaremos y lo volveremos a grapar. Por otro lado, si las cinchas son de caucho, no es necesario dejar el borde. Los profesionales utilizan un tensor de cinchas para hacer mejor y más fácil este paso.

3 Para crear una base resistente, deberemos entrecruzar las cinchas. Primero ponemos las cinchas de un lado, y después iremos cruzando las del lado contrario, entrelazándolas.

4 Encima de las cinchas, antes de poner la espuma, debemos colocar una tela de arpillería,que graparemos alrededor de la estructura, para proteger la espuma.

Se  recomienda hacer un patrón con papel de la zona a tapizar, para facilitar después el corte de la gomaespuma. 
Se coloca dos capas de gomaespuma de diferente grosor, la más fina debajo. “Si no se pone esta otra esponja, el asiento quedaría recto, pero para que quede un poco ovalada se le pone debajo otra más pequeña”. 
“Medimos con las dos esponjas hasta la zona donde tenemos que grapar, y añadimos unos centímetros para el dobladillo. Cortamos la tela lo más centrada posible si tiene dibujo. Lo ideal es tapizar primero con tela blanca de sábana, pero como la tela disponible es gruesa se le  pone directamente”. 
“Colocamos el dibujo bien centrado y damos una grapa, con la tela muy tirante, en la mitad de cada lado. Damos la vuelta a la silla, y seguimos grapando a cada lado de la primera grapa, tirando para que la tela no quede con ‘bollos’, desde el centro hasta las patas”. 
Una vez bien colocada la tela en las esquinas, se oculta las cinchas con tela de saco. Después de enderezar la silla, hace un pequeño corte radial en el borde de la tela, donde coincide con la madera del respaldo. “Y al doblar la tela hacia dentro, quedará adaptada a la forma de la silla”. 
La tela restante se dobla tal como vemos en la foto, de manera que podamos fijarla con una tachuela de tapicero. 
La tarea está casi acabada. Ahora pasamos a la parte delantera, donde también cortamos la tela con cuidado, dejando siempre dos centímetros de más para graparla cómodamente. 

Remataremos el trabajo cubriendo la parte inferior con una tela lisa y sencilla. Para hacerlo, se recomienda nuevamente la grapadora, compañera inseparable de los tapiceros.  

Y este es el resultado final.